14.7.08

Cuando los semáforos iban sobre ruedas

Aunque a veces tenemos la sensación que algunos conductores no saben para qué sirven, las luces de dirección son una parte imprescidible de la comunicación entre los usuarios de carreteras y calles para mantener un tráfico mas o menos fluido.
Como sucede en todos los ámbitos, a medida que los sistemas se hacen más complejos se requiere más fiabilidad, precisión y facilidad de uso en los mensajes que emitimos y recibimos.

Las luces intermitentes de dirección no se popularizaron hasta mediados de la década de 1950; anteriormente se señalizaban los cambios de dirección con el brazo ú opcionalmente "aparatos mecánicos o productores de señales ópticas".

"Los aparatos mecánicos o productores de señales ópticas, tendrán un tamaño y forma tales que su eficacia indicadora sea, por lo menos, equivalente a la que pueda hacerse con el brazo.
...

La señal hecha con el brazo reemplaza y anula a las que puedan producir los aparatos productores de señales ópticas, en caso de funcionamiento defectuoso o de carencia de ellos."
Artículo 104 del Código de Circulación de 1934
La instalación de dichos elementos era sólamente recomendada por el artículo 216 de dicho Código.

Pero claro, sacar el brazo por la ventanilla en España la mayor parte del año, no era problema, pero sacarlo en países con climas más extremos, era otra cosa.
Para subsanar dicho contratiempo, desde la década de 1920 hasta inicios de 1960 se utilizó el llamado "trafficator", una especie de brazo retráctil inspirado en los semáforos ferroviarios de los que hablé hace poco.


Funcionamiento del semáforo de un Morris Minor.


Prueba de un semáforo.

Otros vídeos sobre brazos indicadores:
Volskwagen Combi de 1956
Volkswagen Escarabajo de 1959

Post dedicado a José Damián un chaval de 15 años que empieza su aprendizaje como bloguero.

2 comentarios:

Lula Towanda dijo...

¿Cambiando de sector?

Muxfin dijo...

Lula, no sé si lo dices por el sector de la automoción o por el sector de la edad.
Sigo en el mismo, el de la obsolescencia y de lo inalcanzable.