29.12.16

Aquellos chalados con sus locos cacharros

 ACTUALIZACIÓN:  29/12/2016 en eldiario.es amplían la historia de este primer club de los ordenadores personales en España.
(Publicado inicialmente el 13/1/2008)

A finales de 1978 -cuando alguno de vosotros aún no había nacido- se empezaron a comercializar tímidamente los primeros ordenadores personales en España. Los proto-frikis que vivíamos en Madrid o Barcelona, teníamos acceso a alguna publicación extranjera como "BYTE", "Creative Computing" o "Interface Age" en las que se mostraban las "portentosas" posibilidades de estos nuevos cacharros, pero se necesitaba algún tipo de vínculo para compartir anhelos y experiencias.

Guardo con especial cariño dos boletines -no sé si fueron los únicos- del primer club de usuarios de ordenadores en España. El club se presentó en Sonimag de 1978 casi al mismo tiempo que los primeros ordenadores personales, en particular el PET 2001 de Commodore; luego llegaron los TRS-80 y Apple][ entre otros.

Su impulsor fué Alberto Lozano singular personaje muy conocido en los ambientes makeros, que trató de unir a todos los que estaban interesados en el tema.

El club nació bajo el nombre de "DATA" pero por esas cosas de las marcas, muy pronto pasó a llamarse "RUN"; llegamos a ser unos 100 socios, prácticamente todos los usuarios de ordenadores personales en aquel momento y alguno más que queríamos serlo.

Los boletines están a vuestra disposición, sólo me los teneis que pedir vía e-mail. Están realizados con fotocopiadora de una manera artesanal y precaria, pues los recursos del club eran mínimos y no tenía ni una impresora. Resulta paradógico que años después su editor fuera el artícife de la modernización de la mayor parte de periódicos de España.

Aunque también se hablaba del Apple, los boletines estaban más bien enfocados al único modelo que se empezaba a comercializar con bastante éxito: el PET-2001 de Commodore.
Dicha máquina era un ordenador compacto con pantalla de blanco y negro de 9 pulgadas con una resolución de 25X40 caracteres.

Contaba con una memoria RAM de 8K y una ROM de 14K, el teclado era...digamos que de juguete y los programas se grababan en un cassete incorporado.
La programación se hacía en BASIC
Con esas portentosas características técnicas, pronto te dabas cuenta que tenías que cambiar la frase "Qué puede hacer el ordenador por mí" por la "qué puedo hacer por el ordenador" y se empezaba el "tuneado" incorporando memoria, accesorios, etc.

Recomiendo un interesante entrevista con Alberto de Mercé Molist en la revista @rroba

5.12.16

Un nuevo viejo teléfono


La semana pasada tuvo lugar en Vic las X Jornades d’Arqueologia Industrial de Catalunya, aunque en esta ocasión las Jornadas estaban enfocadas a la industria alimentaria, los profesores Jesús Sánchez Miñana, Antoni Roca Rosell y Guillermo Lusa Monforte del CRHT-UPC, presentaron en primicia los que podrían ser los primeros teléfonos fabricados en España.


Estaciones halladas en ETSEIB

Se trata de dos cajas que aparecieron durante el trabajo de inventario de los instrumentos antiguos de la Escola Tècnica Superior d'Enginyeria Industrial de Barcelona (ETSEIB) realizado por Jaume Valentines, que pese a su poco atractivo aspecto, identificó como partes de un antiguo sistema telefónico.
El posterior estudio por parte de Jesús Sánchez Miñana y sus compañeros, llevaron a determinar que se trataban de dos réplicas de estaciones telefónicas realizadas por el constructor barcelonés Dalmau, a las que les faltaban las boquillas de comunicación, de las llamadas Williams' coffin (ataúd de Williams Watson), llamadas así por su aspecto y por estar realizadas en el taller eléctrico de Charles Williams.



Teléfono Willams' coffin a la izquierda y la réplica de ETSEIB a la derecha




.
Los teléfonos originales de Graham Bell sólo disponían de las boquillas para la transmisión y recepción del sonido, por lo que se planteaba un problema a la hora que había una llamada. Watson, ayudante de Bell, se propuso durante la estancia de Bell en Europa en 1877 y 1878 desarrollar un sistema de llamada mediante una magneto que hacía sonar el timbre. De este aparato se pueden considerar réplicas las estaciones recuperadas en ETSEIB, pudiéndose datar a mediados de 1878 ya que se ha podido encontrar una factura de Dalmau indicando: "Teléfono formado de dos estaciones modelos, completas, dos avisadores de inducción, y cuatro boquillas"