Aún hay esperanza
De vez en cuando me hago pruebas para comprobar mi nivel de alienación; a pesar del exceso de trabajo que hace que tenga el blog algo abandonado, hoy me he quedado algo más tranquilo al ver esta foto.
En vez de preguntarme si los cables son eléctricos o telefónicos (muy habitual en mí con otro estado de ánimo), he visto claramente la verdad. Era un primo hermano del monstruo del lago Ness paseando por la ciudad y conducido por aquél niño del Scalextric para rescatar a su dama.
3 comentarios:
Yo no me fiaría del monstruo... creo que se ha comido dos ventanas del edificio de detrás.
;)
El sueño de la razón produce monstruos.
Voy a dejar de razonar y me voy a volver rubia (me ha salido machista ¿eh?)
Telémaco y Lula, estos monstruos son más inofensivos que los que nos encontramos en la vida real.
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