Además de las tareas de montaje, parte de nuestro tiempo lo dedicábamos a la limpieza y envío de los productos. Cuando me despedí al final de las vacaciones, el jefe me invitó a volver cuando quisiera pues había observado mi habilidad haciendo paquetes... nunca regresé.

El artículo apareció en Mechanix Illustrated en Septiembre de 1938 y describía una cabecera de cama que integraba teléfono, radio, ventilador, termostato y reloj (supongo que despertador).
¡Qué cosa más horrenda!
ResponderEliminarÁngel, cierto, algunas ideas se hacen horrendas con el tiempo, pero ésta ya nació así.
ResponderEliminarLa hornacina con el teléfono de baquelita es total.
ResponderEliminarEn los años setenta las camas con música integrada hacían furor. Hay cosas que resisten mal el paso de los años.
Bueno, no tanto... Encima de mi mesilla de noche hay una radio. Es decir, tengo una mesilla de noche domótica con partidos de fútbol integrados... ¿no...?
ResponderEliminarEsa cabecera de cama no será un derroche de estética, que digamos; pero el teléfono lo salvaría de la quema.
Lula, imagina sonar a la vez el teléfono, la radio y el despertador.
ResponderEliminarLarsen, tú dirás lo que quieras, pero este cabezal es una buena excusa para dormir en el sofá.